martes, 24 de marzo de 2015

LA QUINTA DIMENSIÓN

LA QUINTA DIMENSIÓN

Trabajo presentado a la cátedra "El Caribe en la Universidad Nacional"

El mundo espiritual es un tema muy común, en las creencias de comunidades indígenas y mestizas, según las investigaciones que he realizado, hasta el momento nadie se atreve a dar una opinión crítica sobre este aspecto, quedando esta valiosa información entre las personas de dichos pueblos, debido a la falta de pruebas de conocimiento, lógica religiosa (la cual ha tenido atado a los indígenas de América (Abya Yala) desde la colonización) y últimamente las científicas[1][2][3].

Para los indígenas la parte espiritual se conoce como “quintuatura universal”, la cual está relacionada con “enfermedades” del campo y selva; esta situación se refleja en las experiencias narradas por los comuneros quienes comentan lo que miraron y aquellas sensaciones fuera de lo natural, que no pertenecen a los fenómenos físicos. Existen lugares donde se sabe lo que va suceder en determinadas épocas del año (sucesos que son periódicos y han sido medidos) fundamentados en la mitología de sus territorios, que se caracterizan por ser cosmogónicos, y practicar con frecuencia la ritualidad ancestral realizada por líderes, gobernantes o personaje que de acuerdo a la ética y cultura de cada individuo se los considera “maléficos”, conocidos como caciques, mamos, mamas, taitas, chamanes, curanderos, médicos tradicionales, antepasados, quienes fueron capaces de superar incertidumbres extra-corporales[4].


Vía http://apod.nasa.gov/apod/ap150323.html APOD 

La quintuatura universal tiene una gran peculiaridad en la mayoría de culturas andino-amazónicas, los Mapuches en Argentina, Aymaras en Chile, los Incas en Perú, los Mayas y Aztecas en México, los Cherokee, Sioux o Apalaches en Estados Unidos; han persistido durante distintas épocas de lucha; sin embargo la sabiduría de esas tribus está a punto de desaparecer, y hay un desinterés por parte de las entidades gubernamentales impidiendo que haya una demostración acerca del conocimiento tradicional de aquellas poblaciones, a pesar de las adversidades presentadas en dichas zonas, sus habitantes están entusiasmados por recuperar sus tradiciones y costumbres autóctonas. Uno de los hecho que ha impedido que se aplique y demuestre el conocimiento propio de culturas amerindias ha sido la colonización; limitando que el uso de la astronomía, cosmogonía o cosmosofía (filosofía indígena) en diferentes áreas[5][6].

A continuación se muestra algunos eventos que son transmitidos por muchos de los pobladores de estos territorios, de una manera general puesto que sus nombres y modo de contar, cambia dependiendo de la cultura, lengua y lugar, aunque tiene algunas similitudes.



El Wawa Awka (Niño puro, sin mezcla)

Es un espíritu de un niño, quienes hablan de él, dicen que se lo observa en forma humanoide con unos dientes y colmillos grandes, que se escucha el llanto de un bebé con menos de un año de edad y que está cubierto con un pañal de tela de color amarillento; actualmente con la colonización española se habla de que es un niño sin bautizar, pero no se tiene un conocimiento preciso sobre sus orígenes. Él no causa “enfermedad”, solamente el miedo de saber que no es del mundo “terrenal” aterroriza a las personas que cuentan este mito, cabe resaltar que hay infinidad de historias como esta que trata de espíritus [7][8].


Loma de kamwr, resguardo de Cumbal, donde se ha escuchado más de un veintenar de veces por los moradores del sector



El Mal-Viento (Mal de Campo)


Es una enfermedad espiritual que le da a habitantes de una región específica como también a los turistas, esta es muy conocida en Sudamérica, además que proviene de un lugar determinado como cosmogónico (lugar de ritualidad, de concentración de energías o de espíritus leyenda), por lo general se caracteriza por ser lugar solitario, poco transitado por las personas, independientemente si es un lugar intervenido por el hombre; dicho espíritu se esconde debajo de ramas, arbustos, nacimientos de agua, casas abandonadas, zanjas (divisiones de tierras por medio de canales), cercos (realizados por barreras de árboles), tapias (muros hechos en tierra pisada), en caminos y carreteras[9].


Acueducto ancestral de Cumbal, típico lugar donde da el mal viento

Ancestros cuentan que se presenta a personas que tienen sangre “liviana” (producto de alimentos artificiales),la víctima al estar cerca de estos lugares realizando sus labores o actividades cotidianas, como traer agua, apañar chamiza (recolectar leña), coger hierba, descansar del trabajo del campo, en su almuerzo, buscando nidos o hierbas curativas, en el caso de los niños jugando entre las ramas, o si accidentalmente llegó aquel sitio, inesperadamente empieza por sentir ansia o muchas ganas de dormir, sin importar la hora o las circunstancias en las que se encuentren, además siente cansancio, mientras duermen profundamente, sueñan con niños o seres extraños que desconocen y no han mirado , en varias ocasiones suelen aparecer con colores muy llamativos. Al despertar y transcurrido algunas horas o días, pierden el apetito por las comidas, no desean hacer porque siente un agotamiento y cansancio físico-mental, conocido en la región de la costa como “maluquera”; quienes conocen sobre estos síntomas recomienda acudir a una consulta con el médico tradicional encargado de curar este “Mal de Campo” con plantas medicinales o curativas, sin embargo los que se oponen a estas creencias optan por asistir a una clínica, médico general o a una farmacia siendo este un camino difícil para solucionar aquella problemática, esto se debe a que los analgésicos, antibióticos, los medicamentos químicos no van a producir ningún efecto en el paciente por ende no se va mejorar aumentando los síntomas drásticamente, se cree que de una manera caprichosa el cuerpo del afectado se niega a recibir medicina de los blancos (occidental) aunque este hecho es frecuente desde al más ateo hasta el más religioso aficionado, cuando no hay fe o poder de convencimiento pues terminan auto flagelándose con su necedad de no creer[10].



Casa abandonada donde se aposentan los espíritus (Chutun), como cuidadores de la casa.

Según el conocimiento que he adquirido sobre esta enfermedad espiritual, no ha causado la muerte a ningún ser humano pero se corre el riesgo de que esté en condiciones extremas ( ha sucedido en muchos caso); en aquellas regiones hay “chamanes” que reconocen que tan grave se encuentra la persona, procediendo a buscar entre sus remedios una “botella de hierbas” que es un líquido producto de la revoltura de chapil/chancuco (aguardiente obtenido artesanalmente) con ruda, cueche (arco iris) blanco, negro, verde, amarillo y espingo, siendo estos los componentes básicos e infinidad de plantas complementarias que se usan dependiendo del clima, la costumbres o el conocimiento tradicional, a la hora de su preparación se deja bien sellado durante dos días de tal manera que la esencia salga en el líquido, para el curandero es de mal gusto esta bebida por su sabor amargo y el olor penetrante que posee, pero son una de las características de los buenos remedios, que se soplan al paciente en forma de lluvia humidificadora dos o tres veces en días diferentes para que recupere su fuerza natural y los ánimos para laborar.


Mama Túnda

Espíritu de una mujer aparentemente bella, que confunde a los hombres en su mayoría de veces embriagados, aunque muchos cuenta que no miran su rostro, la manera de describir como ella engaña a sus víctimas, es un “modus operandi” como dicen en el programa Séptimo Día.
Esta historia es conocida tanto en regiones de clima cálido como frío; se cuenta que aparece después de las 6:00 pm, en la noche y en la madrugada, justo cuando se encuentra por fuera de sus hogares sintiendo la necesidad de ir a sus casas a descansar, pero en el camino se distraen, llegando a confundirse de tal modo que se olvidan de su vivienda y rumbo, aunque saben que tiene que llegar a ahí, se desorientan donde muchas cosas parecen ser desconocidas sin embargo su valentía y al tratar de salir de una nube de recuerdos hace que no olviden los puntos estratégicos para su llegada; sin embargo la astucia de la mujer que miran termina desorientando los casi por completo, caminado dos o tres kilómetros de su casa, en la mañana cerca de las 6:00 am los hombres se despiertan, en zanjas, potreros, montañas, huertas, etc., algunos de ellos aun están inconscientes necesitando de la ayuda de otro para ubicarse.


Avistamiento de espíritu obtenido desde: link

Teniendo en cuenta los anteriores relatos de diferentes grupos étnicos, las comunidades indígenas están convencidas sobre la existencia de la quinta dimensión que está sujeta a fenómenos no naturales y que ocurren con frecuencia en sus territorios, conocidos como mitos y leyendas pero que han sido experimentadas por muchos moradores. En estos pueblos la cosmovisión es estudiada por caciques, taitas y mamas, quienes han investigado y conocen sobre construcciones antiguas como los petroglifos, tejidos y cerámicas, entre ellas la espiral “Churo” (crespo) cósmico, las cuales son pilares esenciales para la interpretación de su pensamiento autóctono acerca de la vida espiritual, principalmente en el dominio que el hombre llega a tener en su desdoblamiento (que inicia con el dominio del subconsciente mientras se está en largos o cortos periodos de sueño), aunque hay la toma de Yagé o Ayahuasca que permite desdoblarse más rápido y fácilmente, sin el uso de este una persona tardaría décadas en conseguirlo, posterior al desdoblamiento ocurre la transfiguración o transmutación, para esto se requiere de la ayuda de lugares cosmogónicos, en solitario, preferiblemente en las noches de luna llena o cuarto menguante. Después de una gran cantidad de prácticas de los antepasados fue posible la transformación en animales, de ahí que se concluye que los mitos no eran mitos, sino narraciones de lo que eran capaz de hacer.
Según estudios científicos se dice que no hay una manera de demostrar este tipo de acontecimientos, porque tardarían mucho tiempo en volver a lograr ello, a pesar de esta postura se habla de que hay numerosas narraciones y escritos de de mitología que se puede recolectar en cada pueblo indígena.


El Yagé

También conocido como Ayahuasca, es un bejuco (liana), que crece desde la Amazonía hasta los andes, utilizado en los principales rituales de saneamiento espiritual y corporal, quienes lo toma toman tienen visiones con animales reales y/o de leyenda, osos, tigres, pumas, águilas, serpientes, dragones, con los que les toca luchar, empleando su tótem (don indígena) que posean, durante estos sucesos se observan eventos históricos de su región. Los taitas gobernadores y jefes de resguardos lo toman, días antes de una reunión, donde se toman decisiones importantes que benefician a la comunidad, siendo este un medio de ayuda. Se aconseja tomarlo en compañía de un buen chamán, pues ahora se ha desarrollado un comercio irresponsable, por parte de comerciantes informales, por esta razón no siempre es seguro tomarlo, lo cual provoca intoxicaciones que luego puede dejar lesiones cognitivas.



La ayahuasca (“Banisteriopsis caapi”) contiene harmina, que estimula la producción de células pancreáticas. /Flickr LouGold Vía. El Espectador

Al igual que esta planta hay otras utilizadas en curaciones; desde el conocimiento chamánico se estima que curan y previenen entre diez a setenta enfermedades, incluso hasta casos de cáncer, a pesar de ello, aún se estigmatiza y sataniza esta medicina.
El yagé ha pasado de ser algo desconocido a ser la más asediada por personas de la “high”, inclusive científicos de manera deshonrosa han pretendido patentarla, tratando de arrancar del seno de la Pachamama a sus únicos dueños, los amerindios; por eso ahora es investigada, requerida y capturada por la “justicia”, para ser víctima de todas las “torturas” médico científicas, a ver si alguna vez descuelga todo el cartel de plantas medicinales dedicadas a la labor de curar al indio y hacerle expropiación de “bienes” (propiedades benéficas), cuál narcotraficante fino y puro de casta colombiana, como los que crearon a pulso aquella fama de mafiosos. Cabe mencionar aquellos llamados “investigadores” escépticos y teguas, que solo han salido a hablar mal y despotricar en medios como la “televisora”, solo porque no son capaces de comprender su verdadero poder.



Pintura de Vladimir Kush, representa la dualidad hombre - Madre naturaleza

Mientras tanto en el imaginario del indígena inmerso en el bosque, se lleva otra vida la armonía espiritual, en el que no hay los “karmas”, el estrés, la jaqueca y las alergias, que según la perspectiva chamánica no tiene lógica; por ello se habla que hay una cercanía con la naturaleza y que ha sido el monte el lugar en el que se aprendió la sabiduría de las plantas y espíritus, es ahí donde se las mira a los miembros del reino vegetal como hermanos de sangre (y vaya que no se equivocan, puesto que la ciencia demuestra que compartimos el 50% de la composición genética con ellas, en otras palabras somos primos de los árboles). Así en la hegemonía autóctona de cada runa (originario), está la tarea de defender el territorio, la Pachamama y el conocimiento de las plantas sagradas.









Referencias:
[1]       Y. M. S. Miguel, “Taíno warriors?: Strategies for recovering indigenous voices in colonial and contemporary Hispanic Caribbean discourses,” Cent. J., vol. 23, pp. 197–215, 2011.
[2]       E. Neeganagwedgin, “SPIRITUALITY AND SELF- DETERMINATION,” no. 2005, p. 14, 2005.
[3]       S. Marcos, “Mesoamerican Women’s Indigenous Spirituality: Decolonizing Religious Beliefs,” J. Fem. Stud. Relig., vol. 25, pp. 25–45, 2009.
[4]       M. C. Quispe, “Transformative Spirituality for a Transformed World: Contributions from the Indigenous Perspective,” Int. Rev. Mission, vol. 98, pp. 245–258, 2009.
[5]       D. Lee, “Indigenous Knowledge Organization : A Study of Concepts , Terminology , Structure and ( Mostly ) Indigenous Voices,” Partnersh. Can. J. Libr. Inf. Pract. Res., vol. 6, no. 1, pp. 1–33, 2011.
[6]       K. Waaijman, “Primordial Spirituality,” HTS Teol. Stud. / Theol. Stud., vol. 66, no. 1, pp. 1–6, 2010.
[7]       K. W. Tupper, “Ayahuasca healing beyond the Amazon: The globalization of a traditional indigenous entheogenic practice,” Glob. Networks, vol. 9, no. 2009, pp. 117–136, 2009.
[8]       S. Graben, “Rationalizing Risks to Cultural Loss in Resource Development,” Can. J. Law Jurisprud., vol. XXVI, no. 12291, pp. 83–114, 2013.
[9]       C. J. Yeh, C. D. Hunter, A. Madan-Bahel, L. Chiang, and A. K. Arora, “Indigenous and Interdependent Perspectives of Healing: Implications for Counseling and Research.,” J. Couns. Dev. Vol 82(4), vol. 82, pp. 410–419, 2004.
[10]     T. Good, “The Good , the Bad and the New : The Native American Missionary Experience,” vol. 40, pp. 99–105, 2001.