LA QUINTA DIMENSIÓN
Trabajo presentado a la cátedra "El Caribe en la Universidad Nacional"
El mundo espiritual es un tema
muy común, en las creencias de comunidades indígenas y mestizas, según las
investigaciones que he realizado, hasta el momento nadie se atreve a dar una
opinión crítica sobre este aspecto, quedando esta valiosa información entre las
personas de dichos pueblos, debido a la falta de pruebas de conocimiento,
lógica religiosa (la cual ha tenido atado a los indígenas de América (Abya
Yala) desde la colonización) y últimamente las científicas[1][2][3].
Para los indígenas la parte espiritual
se conoce como “quintuatura universal”, la cual está relacionada con
“enfermedades” del campo y selva; esta situación se refleja en las experiencias
narradas por los comuneros quienes comentan lo que miraron y aquellas
sensaciones fuera de lo natural, que no pertenecen a los fenómenos físicos.
Existen lugares donde se sabe lo que va suceder en determinadas épocas del año
(sucesos que son periódicos y han sido medidos) fundamentados en la mitología
de sus territorios, que se caracterizan por ser cosmogónicos, y practicar con
frecuencia la ritualidad ancestral realizada por líderes, gobernantes o
personaje que de acuerdo a la ética y cultura de cada individuo se los
considera “maléficos”, conocidos como caciques, mamos, mamas, taitas, chamanes,
curanderos, médicos tradicionales, antepasados, quienes fueron capaces de
superar incertidumbres extra-corporales[4].
Vía http://apod.nasa.gov/apod/ap150323.html APOD
La quintuatura universal tiene
una gran peculiaridad en la mayoría de culturas andino-amazónicas, los Mapuches
en Argentina, Aymaras en Chile, los Incas en Perú, los Mayas y Aztecas en
México, los Cherokee, Sioux o Apalaches en Estados Unidos; han persistido
durante distintas épocas de lucha; sin embargo la sabiduría de esas tribus está
a punto de desaparecer, y hay un desinterés por parte de las entidades
gubernamentales impidiendo que haya una demostración acerca del conocimiento
tradicional de aquellas poblaciones, a pesar de las adversidades presentadas en
dichas zonas, sus habitantes están entusiasmados por recuperar sus tradiciones
y costumbres autóctonas. Uno de los hecho que ha impedido que se aplique y
demuestre el conocimiento propio de culturas amerindias ha sido la
colonización; limitando que el uso de la astronomía, cosmogonía o cosmosofía
(filosofía indígena) en diferentes áreas[5][6].
A continuación se muestra algunos
eventos que son transmitidos por muchos de los pobladores de estos territorios,
de una manera general puesto que sus nombres y modo de contar, cambia
dependiendo de la cultura, lengua y lugar, aunque tiene algunas similitudes.
El Wawa Awka (Niño puro, sin mezcla)
Es un espíritu de un
niño, quienes hablan de él, dicen que se lo observa en forma humanoide con unos
dientes y colmillos grandes, que se escucha el llanto de un bebé con menos de
un año de edad y que está cubierto con un pañal de tela de color amarillento;
actualmente con la colonización española se habla de que es un niño sin
bautizar, pero no se tiene un conocimiento preciso sobre sus orígenes. Él no
causa “enfermedad”, solamente el miedo de saber que no es del mundo “terrenal”
aterroriza a las personas que cuentan este mito, cabe resaltar que hay
infinidad de historias como esta que trata de espíritus [7][8].
Loma de kamwr, resguardo de Cumbal, donde se ha escuchado más de un veintenar de veces por los moradores del sector
El Mal-Viento (Mal de Campo)
Es una enfermedad espiritual que
le da a habitantes de una región específica como también a los turistas, esta
es muy conocida en Sudamérica, además que proviene de un lugar determinado como
cosmogónico (lugar de ritualidad, de concentración de energías o de espíritus
leyenda), por lo general se caracteriza por ser lugar solitario, poco
transitado por las personas, independientemente si es un lugar intervenido por
el hombre; dicho espíritu se esconde debajo de ramas, arbustos, nacimientos de
agua, casas abandonadas, zanjas (divisiones de tierras por medio de canales),
cercos (realizados por barreras de árboles), tapias (muros hechos en tierra
pisada), en caminos y carreteras[9].
Acueducto ancestral de Cumbal, típico
lugar donde da el mal viento
Ancestros
cuentan que se presenta a personas que tienen sangre “liviana” (producto de
alimentos artificiales),la víctima al estar cerca de estos lugares realizando
sus labores o actividades cotidianas, como traer agua, apañar chamiza
(recolectar leña), coger hierba, descansar del trabajo del campo, en su
almuerzo, buscando nidos o hierbas curativas, en el caso de los niños jugando
entre las ramas, o si accidentalmente llegó aquel sitio, inesperadamente
empieza por sentir ansia o muchas ganas de dormir, sin importar la hora o las
circunstancias en las que se encuentren, además siente cansancio, mientras
duermen profundamente, sueñan con niños o seres extraños que desconocen y no
han mirado , en varias ocasiones suelen aparecer con colores muy llamativos. Al
despertar y transcurrido algunas horas o días, pierden el apetito por las
comidas, no desean hacer porque siente un agotamiento y cansancio
físico-mental, conocido en la región de la costa como “maluquera”; quienes
conocen sobre estos síntomas recomienda acudir a una consulta con el médico
tradicional encargado de curar este “Mal de Campo” con plantas medicinales o
curativas, sin embargo los que se oponen a estas creencias optan por asistir a
una clínica, médico general o a una farmacia siendo este un camino difícil para
solucionar aquella problemática, esto se debe a que los analgésicos,
antibióticos, los medicamentos químicos no van a producir ningún efecto en el
paciente por ende no se va mejorar aumentando los síntomas drásticamente, se
cree que de una manera caprichosa el cuerpo del afectado se niega a recibir
medicina de los blancos (occidental) aunque este hecho es frecuente desde al
más ateo hasta el más religioso aficionado, cuando no hay fe o poder de
convencimiento pues terminan auto flagelándose con su necedad de no creer[10].
Casa abandonada donde se
aposentan los espíritus (Chutun), como cuidadores de la casa.
Según el conocimiento que he
adquirido sobre esta enfermedad espiritual, no ha causado la muerte a ningún
ser humano pero se corre el riesgo de que esté en condiciones extremas ( ha
sucedido en muchos caso); en aquellas regiones hay “chamanes” que reconocen que
tan grave se encuentra la persona, procediendo a buscar entre sus remedios una
“botella de hierbas” que es un líquido producto de la revoltura de chapil/chancuco
(aguardiente obtenido artesanalmente) con ruda, cueche (arco iris) blanco,
negro, verde, amarillo y espingo, siendo estos los componentes básicos e
infinidad de plantas complementarias que se usan dependiendo del clima, la
costumbres o el conocimiento tradicional, a la hora de su preparación se deja
bien sellado durante dos días de tal manera que la esencia salga en el líquido,
para el curandero es de mal gusto esta bebida por su sabor amargo y el olor
penetrante que posee, pero son una de las características de los buenos
remedios, que se soplan al paciente en forma de lluvia humidificadora dos o
tres veces en días diferentes para que recupere su fuerza natural y los ánimos
para laborar.
Mama Túnda
Espíritu de una mujer
aparentemente bella, que confunde a los hombres en su mayoría de veces
embriagados, aunque muchos cuenta que no miran su rostro, la manera de
describir como ella engaña a sus víctimas, es un “modus operandi” como dicen en
el programa Séptimo Día.
Esta historia es
conocida tanto en regiones de clima cálido como frío; se cuenta que aparece
después de las 6:00 pm, en la noche y en la madrugada, justo cuando se
encuentra por fuera de sus hogares sintiendo la necesidad de ir a sus casas a
descansar, pero en el camino se distraen, llegando a confundirse de tal modo
que se olvidan de su vivienda y rumbo, aunque saben que tiene que llegar a ahí,
se desorientan donde muchas cosas parecen ser desconocidas sin embargo su
valentía y al tratar de salir de una nube de recuerdos hace que no olviden los
puntos estratégicos para su llegada; sin embargo la astucia de la mujer que
miran termina desorientando los casi por completo, caminado dos o tres
kilómetros de su casa, en la mañana cerca de las 6:00 am los hombres se despiertan,
en zanjas, potreros, montañas, huertas, etc., algunos de ellos aun están
inconscientes necesitando de la ayuda de otro para ubicarse.
Avistamiento de espíritu obtenido desde: link
Teniendo en cuenta los anteriores
relatos de diferentes grupos étnicos, las comunidades indígenas están
convencidas sobre la existencia de la quinta dimensión que está sujeta a
fenómenos no naturales y que ocurren con frecuencia en sus territorios,
conocidos como mitos y leyendas pero que han sido experimentadas por muchos
moradores. En estos pueblos la cosmovisión es estudiada por caciques, taitas y
mamas, quienes han investigado y conocen sobre construcciones antiguas como los
petroglifos, tejidos y cerámicas, entre ellas la espiral “Churo” (crespo)
cósmico, las cuales son pilares esenciales para la interpretación de su
pensamiento autóctono acerca de la vida espiritual, principalmente en el
dominio que el hombre llega a tener en su desdoblamiento (que inicia con el
dominio del subconsciente mientras se está en largos o cortos periodos de
sueño), aunque hay la toma de Yagé o Ayahuasca que permite desdoblarse más
rápido y fácilmente, sin el uso de este una persona tardaría décadas en
conseguirlo, posterior al desdoblamiento ocurre la transfiguración o
transmutación, para esto se requiere de la ayuda de lugares cosmogónicos, en
solitario, preferiblemente en las noches de luna llena o cuarto menguante.
Después de una gran cantidad de prácticas de los antepasados fue posible la
transformación en animales, de ahí que se concluye que los mitos no eran mitos,
sino narraciones de lo que eran capaz de hacer.
Según estudios científicos se
dice que no hay una manera de demostrar este tipo de acontecimientos, porque
tardarían mucho tiempo en volver a lograr ello, a pesar de esta postura se
habla de que hay numerosas narraciones y escritos de de mitología que se puede
recolectar en cada pueblo indígena.
El Yagé
También conocido como
Ayahuasca, es un bejuco (liana), que crece desde la Amazonía hasta los andes,
utilizado en los principales rituales de saneamiento espiritual y corporal,
quienes lo toma toman tienen visiones con animales reales y/o de leyenda, osos,
tigres, pumas, águilas, serpientes, dragones, con los que les toca luchar,
empleando su tótem (don indígena) que posean, durante estos sucesos se observan
eventos históricos de su región. Los taitas gobernadores y jefes de resguardos
lo toman, días antes de una reunión, donde se toman decisiones importantes que
benefician a la comunidad, siendo este un medio de ayuda. Se aconseja tomarlo
en compañía de un buen chamán, pues ahora se ha desarrollado un comercio
irresponsable, por parte de comerciantes informales, por esta razón no siempre
es seguro tomarlo, lo cual provoca intoxicaciones que luego puede dejar
lesiones cognitivas.
La ayahuasca (“Banisteriopsis
caapi”) contiene harmina, que estimula la producción de células pancreáticas.
/Flickr LouGold Vía. El Espectador
Al igual que esta planta hay
otras utilizadas en curaciones; desde el conocimiento chamánico se estima que
curan y previenen entre diez a setenta enfermedades, incluso hasta casos de
cáncer, a pesar de ello, aún se estigmatiza y sataniza esta medicina.
El yagé ha pasado de
ser algo desconocido a ser la más asediada por personas de la “high”, inclusive
científicos de manera deshonrosa han pretendido patentarla, tratando de
arrancar del seno de la Pachamama a sus únicos dueños, los amerindios; por eso
ahora es investigada, requerida y capturada por la “justicia”, para ser víctima
de todas las “torturas” médico científicas, a ver si alguna vez descuelga todo
el cartel de plantas medicinales dedicadas a la labor de curar al indio y
hacerle expropiación de “bienes” (propiedades benéficas), cuál narcotraficante
fino y puro de casta colombiana, como los que crearon a pulso aquella fama de
mafiosos. Cabe mencionar aquellos llamados “investigadores” escépticos y teguas,
que solo han salido a hablar mal y despotricar en medios como la “televisora”,
solo porque no son capaces de comprender su verdadero poder.
Pintura de Vladimir Kush, representa la dualidad hombre - Madre naturaleza
Mientras tanto en el imaginario
del indígena inmerso en el bosque, se lleva otra vida la armonía espiritual, en
el que no hay los “karmas”, el estrés, la jaqueca y las alergias, que según la
perspectiva chamánica no tiene lógica; por ello se habla que hay una cercanía
con la naturaleza y que ha sido el monte el lugar en el que se aprendió la
sabiduría de las plantas y espíritus, es ahí donde se las mira a los miembros
del reino vegetal como hermanos de sangre (y vaya que no se equivocan, puesto
que la ciencia demuestra que compartimos el 50% de la composición genética con
ellas, en otras palabras somos primos de los árboles). Así en la hegemonía
autóctona de cada runa (originario), está la tarea de defender el territorio,
la Pachamama y el conocimiento de las plantas sagradas.
Referencias:
[1] Y.
M. S. Miguel, “Taíno warriors?: Strategies for recovering indigenous voices in
colonial and contemporary Hispanic Caribbean discourses,” Cent. J., vol. 23, pp. 197–215, 2011.
[2] E.
Neeganagwedgin, “SPIRITUALITY AND SELF- DETERMINATION,” no. 2005, p. 14, 2005.
[3] S.
Marcos, “Mesoamerican Women’s Indigenous Spirituality: Decolonizing Religious
Beliefs,” J. Fem. Stud. Relig., vol.
25, pp. 25–45, 2009.
[4] M.
C. Quispe, “Transformative Spirituality for a Transformed World: Contributions
from the Indigenous Perspective,” Int. Rev. Mission, vol. 98, pp. 245–258,
2009.
[5] D.
Lee, “Indigenous Knowledge Organization : A Study of Concepts , Terminology ,
Structure and ( Mostly ) Indigenous Voices,” Partnersh. Can. J. Libr. Inf. Pract. Res., vol. 6, no. 1, pp. 1–33,
2011.
[6] K.
Waaijman, “Primordial Spirituality,” HTS
Teol. Stud. / Theol. Stud., vol. 66, no. 1, pp. 1–6, 2010.
[7] K.
W. Tupper, “Ayahuasca healing beyond the Amazon: The globalization of a
traditional indigenous entheogenic practice,” Glob. Networks, vol. 9, no. 2009, pp. 117–136, 2009.
[8] S.
Graben, “Rationalizing Risks to Cultural Loss in Resource Development,” Can. J. Law Jurisprud., vol. XXVI,
no. 12291, pp. 83–114, 2013.
[9] C.
J. Yeh, C. D. Hunter, A. Madan-Bahel, L. Chiang, and A. K. Arora, “Indigenous
and Interdependent Perspectives of Healing: Implications for Counseling and
Research.,” J. Couns. Dev. Vol 82(4),
vol. 82, pp. 410–419, 2004.
[10] T.
Good, “The Good , the Bad and the New : The Native American Missionary
Experience,” vol. 40, pp. 99–105, 2001.